CAPITULO 30

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CAPITULO 30

ELENA

Mientras tanto Elena seguía con la satisfacción de saber que tenía en sus manos a Celeste; la única persona que era capaz de decir cómo realmente era ella, de lo que era capaz de hacer.

Celeste lleva ya tres día encerrada y con la peor pesadilla de una mujer ser violada por cinco hombres, regordetes, sudorosos y asquerosos, ella sabía lo que era el castigo físico, pero era con su total consentimiento pero esto era algo de lo que se le escapaba de las manos, era algo realmente repugnante para ella.

tenía su rostro totalmente desfigurado por los golpes, mordidas en todo su cuerpo, todo producto de esos  hombres despreciables, ella no sabía cuánto iba a durar su tortura.

En momentos de desesperación le pedía a Elena que acabara con su vida de una buena vez; porque la torturaba de esa manera, pero Elena solo le gustaba observarla desde la oscuridad como la arpilla que es, le gustaba ver cuando esos hombre le hacia daño a Celeste a tal punto que disfrutaba el ver como esos hombres la violaban…

Pero ya era el momento de que Elena terminara con ella, pero antes la haría sufrir un poco más.

Celeste despertó sin saber que ese día seria su ultimo despertar, mientras trataba de levantarse de su letargo, venían a su mente esas imágenes horribles de la noche anterior en donde, era ultrajada y violentada, pero que le dejo aun mas cicatrices a su cuerpo y a su mente.

-veo que ya despertaste Cariño-

-no me digas cariño, Elena eres una maldita loca, como has podido hacerme este daño, tu eres mujer y sabes que lo que esos hombres me hicieron, es lo más horrible del mundo, tu eres una malvada bruja salida de el peor cuento de horror-

-cállate maldita insolente-

Elena le pega una cachetada tan fuerte a Celeste que le rompió el labio superior.

-si no estuviera encadenada te juro que te respondo la cachetada Elena-

-Eso es solo una probada de lo que pasara hoy querida y sabes algo hoy termina tu vida tal cual lo has pedido estos días-

Celeste comenzaba a temblar no sabía si era de rabia o de miedo por lo que iba a suceder, pero ella no se quería quedar con todo lo que pensaba y sentía por la bruja de Elena.

-Elena eres una bruja y de las peores yo se que el señor Grey en cualquier momento sabrá la verdad y vera realmente la arpilla que eres-

-eso piensas, pues no me importa porque dentro de poco dejaras de pensar-

-si es así que así sea pero no me iré con esto que pienso de ti-

Mientras tanto en la otra habitación se encontraba uno de los secuaces de Elena preparando todo lo que la señora le había pedido, había colocado una cruz de piel, unas cadenas en cada extremo de esta, látigos de los medievales en sus puntas llevan pequeñas cuchillas capaces de arrancar la piel, tenia cinturones de todo los tamaños todo para el dolor y no para placer.

-si piensas Elena que el señor Grey regresara contigo porque creo que ese es tu plan, déjame decirte que no creo que deje a Anastasia, ella es diferente de ti y de mi ella es especial-

-Esa estúpida no tiene nada de especial, es una mosquita muerta solo lo busca por su dinero y por su posición-

-eso es lo que tú quieres creer, esta ciega, al señor Grey le gusta mucho esa chica y si tú piensas competir por el amor de el tienes mucho que perder, además no se fijaría en una vieja como tu-

-ya me cansaste y ahora vas a pagar una a una tus ofensas-

-no son ofensas es la triste verdad para ti, una verdad que sabes pero que niegas a reconocer-

Elena se siente ofuscada por las palabras de Celeste, no puede pensar con cabeza fría, en este momento, pero eso ya no le importa en este momento terminara con la vida de su enemiga.

Ataron a Celeste totalmente a la cruz negra dándole la espalda a Elena, esta comenzó con los cinturones de todo los tamaños pegándole con todas sus fuerzas a Celeste; mientras que celeste gritaba y blasfemaba por el dolor que la bruja de Elena le estaba proporcionando no podía creer que aquello que ella consideraba un placer ahora era el peor de los castigos que jamás hubiera recibido, Elena disfrutaba ejercer tal dolor en Celeste, en cada azote ella le decía que ese castigo era muy bien merecido por ser una chica insolente, una zorra, una tonta por creer en la gente y por sobre todo querer quitarle a su Christian.

Celeste ya no soportaba mas el dolor poco a poco sentía que desvanecía, ya no podía mas, le quedaban pocas fuerzas, al ver esto Elena paro por unos momentos para que Celeste se incorporara.

-creo que esta mujer va a terminar conmigo como me lo ha dicho, pero estoy segura que mi familia no dejara mi muerte sin castigo alguno conociendo a mis hermanos, buscaran a la persona que me mato, espero que mi persona de confianza entregue mi carta a las personas adecuadas y puedan esclarecer mi muerte-

Mientras tanto Elena preparaba su látigo con puntas afiladas al final de esta.

-Celeste!! Celeste te tengo un regalo muy especial para ir terminando esta tortura especial, te compre un regalito una fusta muy especial-

-te parece que me gustara tu regalo no seas tonta Elena-

Mientras ella terminaba la oración Elena, le soltó un golpe con la fusta y los ganchos quedaron presados en la piel de Celeste al ver esto Elena comenzó a reír de alegría por lo que iba a pasar a continuación…

Rápidamente jalo la fusta trayendo consigo la piel de Celeste desgarrando su espalda como arañazos la chica sangraba profusamente, Elena Seguía con su tortura, la espalda de la chica ya no era espalda parecía carne molida  prácticamente.

-ya para por favor mátame pero ya no pegues Elena-

-no!!!-

Continuo su castigo como una loca poseída, pero uno de sus secuaces le dijo que ya era suficiente, esta exploto en cólera y le dio una cachetada

-tu no eres nadie para decirme cuando parar-

-lo siento mi señora-

-desátala y súbela al carro que ha llegado el momento de que terminemos esto-

Subieron a la chica al auto totalmente ensangrentada, ya no tenía mucho pulso estaba débil, sabía que su momento de descansar ya había llegado, la muerte en ese momento le parecía un gran alivio, llegaron justo aun callejon en donde solo gente de mala muerte se puede encontrar, Elena pidió que revisaran que no hubiera nadie en el callejón al ver que no había nadie bajaron a la chica totalmente desnuda y desfigurada totalmente de su rostro, de su espalda y de sus demás extremidades.

Mientras Elena sacaba de su bolso un arma calibre 45ACP con silenciador.

-a llegado tu momento, te gustaría decir algunas palabras antes de morir-

La joven no tenía muchas fuerzas para hablar, pero saco fuerzas de donde nos las tenias para decirle a Elena.

-El pasado que llevas, el presente en el que estamos hoy y el futuro que te espera no se comparan con mi venganza, porque yo te seguiré toda la eternidad hasta que pagues cada una de tus fechorías y te aseguro que el señor Grey te odiara tanto como yo te odio en este momento, pero recuérdame porque no te dejare descansar en paz; nunca siempre te voy a seguir donde quiera que te encuentras me escuchas Elena-

Elena no podía soportar las palabras de la joven apunto su arma a la cabeza de la chica, jalo el gatillo y dio un tiro certero a la cabeza de la chica dejándola muerta en el instante…

Elena se subió a su coche apresuradamente diciéndole a sus secuaces que su dinero estaría listo a primera horas de la mañana en sus cuentas personales.

Y así la loca de Elena salió hacia su casa deseando quitarse la sangre que le había salpicado el disparo que le había hecho a Celeste, llego a su casa rápidamente temblando por lo que había sido capaz de hacer, se quito la ropa entro en su tina con sus aceites favoritos y comenzó a decir

-Se lo merecía, si ella no me hubiera provocado no le hubiera pasado esto, nadie me quita lo que es mío y Christian es mío, solo mío-

Sonreía como histérica en su tina disfrutando de todo lo que había hecho. ( con lo que no contaba Elena es que el fantasma de Celeste la acompañaba, en su momento de júbilo, el fantasma de Celeste solo la miraba, esperaría el momento de hacerle pagar su muerte y con creces)

MILETH GREY.